Empecemos por definir que es la tenencia o propiedad conjunta (como en inglés se le conoce “joint tenancy”) La propiedad o tenencia conjunta no es más que una forma de titularidad compartida de un bien, donde dos o más personas poseen la propiedad de manera conjunta. Los copropietarios tienen derechos y responsabilidades iguales sobre la propiedad, y lo más característico es que incluye, es el derecho de supervivencia. Esto significa que, cuando uno de los copropietarios fallece, su participación en la propiedad se transfiere automáticamente a los demás copropietarios, sin la necesidad de pasar por un proceso de sucesión.
Características
- Igualdad en la propiedad: Todos los copropietarios poseen el bien en partes iguales.
- Derecho de supervivencia: La participación de un copropietario que fallece se transfiere automáticamente a los sobrevivientes, sin que haya ningún otro proceso involucrado.
- Toma de decisiones conjunta: Para vender o transferir el bien, todos los copropietarios deben estar de acuerdo.
Este tipo de figura es muy utilizado para el traspaso de bienes en caso de fallecimiento, ya que no implica juicio de sucesión, que en muchos lugares es un proceso demorado y costoso.
Tenencia conjunta sobre acciones de una sociedad
En las Islas Vírgenes Británicas (BVI), esta es una figura muy común en las sociedades y ofrece muchas ventajas, especialmente cuando se trata de planificación patrimonial y gestión de inversiones. Detallamos a continuación, sus ventajas más importantes:
Tiene derecho de supervivencia
La característica más notable de la tenencia conjunta es el derecho de supervivencia. Si uno de los copropietarios fallece, su participación en las acciones se transfiere automáticamente al otro copropietario sin necesidad de pasar por un proceso de sucesión o validación testamentaria. Esto, agiliza la transferencia de la porción accionaria al copropietario o copropietarios sobrevivientes y conlleva costos legales bajos.
Evita el proceso de sucesión
Dado que el derecho de supervivencia permite que las acciones pasen directamente al otro copropietario sobreviviente de forma automática, se evita el proceso legal de sucesión, que es largo y costoso. Igualmente, se sigue mantenido la confidencialidad sobre quiénes son los dueños de dichas acciones, ya que esta información no es pública.
Simplifica la gestión de activos
Al compartir la propiedad de las acciones, los copropietarios pueden gestionar los activos de manera conjunta y esto facilita la toma de decisiones y la administración de los bienes.
Facilidad en la venta o transferencia de acciones
En situaciones en las que todos los copropietarios están de acuerdo, vender o transferir las acciones puede ser más sencillo, ya que no requiere permisos o validaciones adicionales tras la muerte de uno de los tenedores.
Sirve como planificación patrimonial
Esta fórmula, ayuda para la planificación patrimonial, especialmente cuando los copropietarios desean asegurar la transferencia automática y rápida de las acciones en caso de fallecimiento, sin tener que pasar por un proceso de sucesión.
Si bien es cierto que la tenencia conjunta ofrece estas ventajas, también es importante considerar que cada copropietario tiene iguales derechos, lo que significa que cualquier decisión sobre las acciones, como, por ejemplo, como venderlas, debe ser tomada de forma conjunta entre sus tenedores. Es importante resaltar que, al utilizar esta fórmula de tenencia, la misma no permite que los copropietarios transfieran su porción de participación a terceros en un testamento, ya que dicha participación se transfiere automáticamente a los demás copropietarios sobrevivientes.
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